REFLEXIONES SOBRE EL MÉTODO TEACH

Como conclusión, cabe destacar la importancia del método TEACCH como un abanico de posibilidades para trabajar con personas con TEA en el aula y en el resto de contextos, ya que nos permite entender cómo se estructura su pensamiento. De hecho es el programa de educación especial más usado en todo el mundo, siendo un recurso prometedor para vencer las limitaciones de técnicas educativas tradicionales, como la ineficacia de las instrucciones verbales, la demostración acompañada de explicación y el refuerzo social desprovisto de significado.

A diferencia de estas estrategias ineficaces, la enseñanza estructurada nos permite adaptarnos a las personas con TEA, incidiendo sobre sus puntos fuertes, como es el caso de las imágenes mentales que usan de forma natural para contrarrestar sus dificultades. Es necesario un conocimiento exhaustivo del alumnado para conocer cuáles son esas habilidades que deben potenciarse, proceso que se agiliza con una buena relación entre padres y profesionales.

Este tipo de enseñanza responde a las necesidades reales de las personas con autismo, lo cual explica que se tengan en cuenta tres aspectos fundamentales: la organización del medio de forma adecuada, la estructuración del entorno mediante apoyos visuales y el planteamiento de actividades comprensibles y motivantes. Sin embargo, estas demandas no pueden entenderse de forma generalizada, sino que han de adaptarse a las características individuales. Para ello, se enseñan rutinas que desarrollen la autonomía y la iniciativa.

Además, la estructuración de las aulas fomenta la comunicación receptiva, es decir, ayuda a las personas con autismo a comprender las diferentes situaciones y añadir significado a sus experiencias.  A su vez, las representaciones visuales de los pictogramas les ayudan a potenciar su independencia y a mejorar su aprendizaje. La división del espacio de trabajo en el aula les ayuda a permanecer más tranquilos y a reducir los problemas de conducta con el resto de compañeros y sus propios  confrontamientos internos.

Los objetivos de esta intervención están enfocados hacia un mejor desempeño en la vida adulta, en cuanto a la comprensión del sentido, la enseñanza del concepto de causa y efecto (requisito previo para la comunicación), las habilidades comunicativas y las destrezas relacionadas con la independencia, la vocación, el ocio y la comunidad. El cumplimiento de todas estas premisas facilita la posterior inserción en el mercado laboral.

A pesar de que el método TEACCH es eficaz en la disminución de conductas desadaptativas y constituye una herramienta fundamental de estructuración del entorno, todavía precisa de validación científica consistente.

En resumen, no existe una forma única de elaborar las estrategias y ayudas de intervención, sino que es necesario ser creativo y adaptarse a las necesidades de cada caso. De hecho, el tiempo invertido en la elaboración de materiales y recursos será recompensado con una mejor comprensión y bienestar de la persona con autismo.

                El método TEACCH nos ha desvelado una nueva perspectiva del entorno que nos rodea. Pensamos que es una buena forma de construir sistemas de trabajo que respondan a las necesidades de las personas con TEA, en lugar de llevar a cabo adaptaciones de la metodología común. Hemos reparado en el gran esfuerzo que supone para las personas implicadas en esta técnica a la hora de innovar en materiales y recursos que puedan ser útiles. La mejor recompensa es la evolución de los niños con autismo que van progresando y superándose a sí mismos cada día. El beneficio supera los límites de la niñez, alcanzando la autonomía y el bienestar en la vida adulta que no conseguirían de otra manera. Por último, hemos reflexionado también sobre la modificación del concepto de autismo a lo largo del tiempo, lo cual ha permitido la creación de este tipo de técnicas que superan los clásicos sistemas de enseñanza y se focalizan en responder a las demandas procedentes de cada uno de estos casos.

Vivir de manera más autosuficiente proporciona una intensa sensación de calma y satisfacción. Una sopa hecha de tomates caseros recién cortados es mucho más sabrosa que nada que puedas comprar en una tienda. A mis amigos les gustan las tarjetas de cumpleaños personalizadas que preparo con cartulina, un lápiz y ceras de colores. Los gastos de la compra no son caros porque planifico todas nuestras comidas con semanas de antelación y hago un presupuesto antes de salir a comprar”. Memorias de Daniel Tammet en su libro Nacido un día azul.





No hay comentarios:

Publicar un comentario